lunes, 30 de noviembre de 2009

Las llaves del silencio

Paz, una chica sarcástica y temperamental, acaba de mudarse con su madre a una casa tan rara como encantadora. Sin embargo, no esperaba que desde la primera noche las cosas fueran tan extrañas como su morada. Niebla, visitantes nocturnos, una niña no tan pequeña, un chico de ojos verdes perturbadoramente familiar y una misión por cumplir.

¿Dirán la verdad las estrellas? ¿Podrá encontrar las llaves y despertar la ciudad dormida?


Esta es mi historia más larga, y tengo que confesar que es una de mis favoritas. Altas dosis de sarcasmo, astronomía, situaciones raras y muchos personajes. Una primera persona fácil de llevar, escribía casi todos los días... ¡qué tiempos! Mis cuadernolas del liceo ese año están llenas de fragmentos de esta historia, que luego pasaba a la computadora. La empecé en febrero de 2009, pero la dejé, y la retomé como en abril, mayo... hasta terminarla a principios de setiembre. Creo que, junto con Páginas en blanco, es la historia que menos me costó escribir. Incluso en la otra tuve problemitas al final, cosa que en esta no recuerdo haber tenido, por lo menos ninguno importante. Además, había empezado muchísimas historias en 2008, y no pude seguir ninguna. Fue un año tan frustrante, que llegué a pensar que jamás iba a volver a terminar una historia. LLDS me demostró que eso no era así, y también por eso es especial.

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