miércoles, 1 de diciembre de 2010

Because the night

Quiero ser totalmente sincera. Más allá de lo molesto que es no poder dormir, lo frustrante de ver pasar las horas sin remedio, intentando conciliar el sueño; no puedo negar que había algo en el insomnio que me gustaba.
Sentir la noche mía, que fuera mi momento. Solía escribir hasta la madrugada, algunas veces hasta el amanecer. Los pajaritos cantaban y yo estaba terminando una novela. Amaba esa sensación de ver el día aparecer mientras sentía el tipeo creando nuevas palabras, nuevos mundos.
Obviamente, en verano. Si no era en vacaciones, el insomnio era una pesadilla. Todo el día como ausente, las ojeras, el cansancio, la poca concentración...

¿Por qué el pretérito? Porque la melatonina me hace efecto. Tengo sueño. Debería estar feliz.
Pero no lo estoy.
No sé por qué, por qué después de tanto buscar una solución a mi problema, ahora me siento como si traicionara a una parte de mí misma. La parte noctámbula, la parte que ama escuchar a los pajaritos por la ventana cuando sale el sol.
¿Y si cuando esa Sofía se vaya, se va también la Sofía escritora? Esa Sofía que casi no tuvo tiempo de existir este año, ¿y si desaparece? ¿Y si nunca más necesita un té a las tres de la mañana en enero para poder terminar un capítulo importante? ¿Y si no consigue inspirarse si no es de madrugada?
Me da miedo.

1 comentario:

  1. Despues de los examenes vas a retomar tu puesto de novelista!!!! besote sofi!!!!! Cuando tenes el examen?

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