Aunque se diga que pasa cada cinco minutos y a mí siempre me garque, pasan cosas maravillosas sobre él. No, no lo digo sólo porque varias amigas se tomen ese para ir al liceo
Venía en el ya mencionado bondi, pensando en la vida de la langosta(?), escuchando a la señora de adelante toser. Cuando me subí, noté que era una viejita, pero no le presté atención porque... realmente, ¿alguien le presta mucha atención en el ómnibus a su entorno? No más de la necesaria...
En fin, la oía toser casi tanto como respiraba, parecía que la iba a quedar ahí mismo... y entonces se subió un vendedor ambulante. Cuando pasó por su lado, la señora le pidió con voz toda rasposa y gastada si no le podía dar unas medias, que las suyas se le habían mojado con la lluvia. El hombre, por supuesto, se las regaló (todavía queda algo de humanidad en la gente, el mundo no está perdido!). Y al bajarme, me quedé pensando en la fragilidad de la señora, pero a su vez esa fuerza de voluntad para salir a la calle y subirse al 121 siempre repleto, un día de lluvia, viento y frío como este.
Eso me hizo pensar en El increíble castillo vagabundo y su protagonista, una viejita de apariencia tan frágil pero a la vez tan fuerte. Me quedé dándole vueltas a la idea, y eso trajo más y más ideas, hasta que di con una que me gustó.
Todo gracias a la señora del ómnibus.
A la vuelta, en el 121 pero para el otro lado, encontré un asiento de pura suerte. Prácticamente me tiré para sentarme, porque dejarle el lugar a un mayor, todo bien, pero a un pendejo de mi edad que puede ir perfectamente parado ni hablar. Sí, soy la solidaridad en persona, lo sé.
La cosa es que poco después, se subió un músico con una guitarra. Lo primero que pensé fue Ay no, otro rompe pelotas cantando Arjona. Pero me equivoqué.
El flaco, de entre veinte y treinta años, creo, empezó a cantar Velha infancia, de Tribalistas, una de mis canciones preferidas. Creo que se dio cuenta, porque en cuanto dijo el nombre me di vuelta y me lo quedé mirando sorprendida. Y sí, no siempre se tiene tanta suerte.
Soy sincera cuando digo que el tipo cantaba bien, me hizo acordar a Arnaldo Antunes y todo, en serio! Me pasé la mitad de la canción tarareando, la otra mitad deseando que terminara antes de que llegara mi parada, así le podía dejar una moneda (una moneda de diez que tuve que rescatar del fondo de mi mochila). Pero se puso a cantar otra, de Titãs (se ve que de verdad le gusta Arnaldo Antunes). Mi parada se iba aproximando, lo miré con angustia (no exagero xD) y justo justo cuando me levanté para bajarme, empezó a terminar. Así que antes de atropellar a diez personas para poder salir, pude darle la moneda, me hizo una guiñada (en una re bien, no desubicado, supongo que habrá comprendido parte de lo que pensé durante el viaje) y me bajé, pensando en la cantidad de gente con talento que termina en un bondi.
Me da rabia.
Lo gracioso es que de no ser porque hoy entré y salí más tarde del liceo, jamás me hubiera subido a esos ómnibus. Cosas de la vida.
Otra cosa.
Invierno, ¿por qué insistís con el frío? Ya te estás por ir, ¿qué te cuesta darnos unos días más de calorcito, como la otra semana? ¿Te dio nostalgia de aquellas tardes heladas de agosto y decidiste mandarnos viento y lluvia para despedirte?
No es así la cosa, tenés que aceptar que ya le toca a la primavera. Ya me mojé bastante los otros meses, me caías bien hasta aquella ocasión en la que me empapé más veces de las que pude contar, y encima me rompiste dos paraguas.
No sé si voy a poder perdonarte, pero lo menos que podés hacer es darnos un poquito de sol antes de irte, aunque igual vayan a decir "qué suerte que se fue el invierno!" Sos polémico querido, qué le vas a hacer...
tienes razón en que no solemos fijarnos mucho en nuestro alrededor (yo no lo hago cuando me subo al bus...) y por eso creo que nos perdemos cosas especiales. en fin, habrá que prestar más atención! :)
ResponderEliminarpd. me ha resultado muy raro leer que en agosto es invierno xD yo ya quiero que se vaya el verano aquí :P
Tienes toda la razon, yo al menos no me suelo fijar en mi alrededor, pero mucha gente si lo hace, es más hasta se queda descaradamente mirando a todo lo que pasa a su alrededor, jeje. Y que mujer más fuerte.
ResponderEliminarY yo no perdonaria al invierno jeje. Pero lo que sí es que no tengo nada de ganas de que se vaya el verano jeje.
Un besito!!
De cuando en cuando, los viajes nos deparan sorpresas, ya sean en el transporte público o en tu coche.
ResponderEliminarPuedes llegar a ver tantas historias que casi puedes palparlas...
Y otra cosa, ¿por qué te gusta tanto el verano? Con lo bien que sienta llegar a casa y entrar en calor.. :P
Un beso!
jajaja me gusta el invierno, adentro de casa xD
ResponderEliminary el verano porque... HAY VACACIONES! jajajaja
beso a los 3 :D
A veces te inspira lo que menos imaginas.
ResponderEliminar=)
¡Un besazo!